50 Formas para Ser y Durar en el Parkour | Parte 2.

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50 Formas para Ser y Durar en el Parkour | Parte 2.

Parte 2. Entrenando La Mente

En la parte dos de esta serie de 5, voy a cubrir lo que yo creo que son los aspectos más importantes en relación a entrenar la mente para que sea fuerte para esta práctica. Estos temas no están ordenados por importancia, tan solo buscan proveer buen consejo para desarrollar y mantener una mentalidad efectiva a la hora de  entrenar y mejorar en el Parkour. Seamos claros, desarrollar una mente fuerte es aún más difícil que desarrollar un cuerpo fuerte, así que no sucederá de la noche a la mañana. El parkour no es fácil de ninguna forma, modo o enfoque. Te pondrá a prueba y a menudo te empujará de formas que no disfrutarás. Te encontrarás herido una y otra vez. Cada vez que entrenes expondrá y subrayará tus debilidades, físicas y al mismo tiempo psicológicas y te responderá con la cruda realidad si te preguntas, «¿Y bien, qué puedo hacer hoy?”

Para leer una introducción a esta serie de artículos y ponerte al día con la parte 1, la cual cubre el entrenamiento del cuerpo, haz click aquí.

14) El Arte de la Guerra

Todo el mundo es diferente pero la forma que tengo yo de verlo es, cuando arrancas todas las capas exteriores el Parkour en su núcleo consiste en confrontar físicamente retos y obstáculos y usando el movimiento casi como un tipo de arma en esta confrontación. En cada conflicto, hasta cierto punto un lado ganará o perderá y este caso se da también en el Parkour. Cuando te enfrentas a unos oponentes inferiores, entonces tienes una mayor posibilidad de tener éxito, pero seguirás teniendo que estar concentrado y calculando tu enfoque… y cuanto más cerca estén tus oponentes de igualar tu nivel, mayores serán las posibilidades que tendrá de derrotarte. Claro que, si decides enfrentarte a un oponente que te supere, entonces será mejor que tengas una maldita buena razón para ello porque es probable que pierdas.

Para mí, los saltos son lo mismo de muchas formas. Incluso los más sencillos requieren tu atención y concentración o te pueden dar una paliza… e incluso los fáciles tienen algo que enseñarte. A medida que te enfrentes a saltos más difíciles que estén cerca de tu potencial, tienes que prestar más atención y basarte en tu experiencia previa para calcular cual es la mejor forma de enfocarlos. Tienes que tener confianza en ti mismo pero al mismo tiempo no debes subestimarlos.

Y cuando se trata de oponentes superiores… enfrentarte a saltos que están más allá de tu potencial es una receta para un desastre y te arriesgas a lesionarte o peor. Estos oponentes, u obstáculos, solo deberían ser confrontados como último recurso.

Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no necesitas temer el resultado de 100 batallas. Si te conoces a ti mismo pero no al enemigo, por cada victoria conseguida también sufrirás una derrota. Si no conoces ni a tu enemigo ni a ti mismo, sucumbirás en cada batalla.


Sun Tzu, El Arte de la Guerra

15) Acepta que en ocasiones los obstáculos vencerán.

Te enfrentarás a saltos que están más que seguro dentro de tu habilidad que sencillamente no puedas romper hoy y esta es una verdadera prueba a tu humildad y paciencia. En estas situaciones te sueles enfrentar aceptando una de dos posibilidades. Por un lado puedes marcharte y volver otro día, o puedes permanecer y hurgar en el problema con la esperanza de resolverlo. Algunas veces lo harás (resolverlo) y otras no.

La primera vez que percibes un salto que te da miedo suele haber una muy breve ventana para la oportunidad, durante la cual existe un positivo diálogo interno en tu cabeza. Esto puede durar lo que sea, desde unos pocos segundos hasta minutos. Lo compararás con saltos previos, reafirmándote contigo tu propia habilidad, poniendo a prueba el área de recepción y el área de despegue, quizás ensayes la carrera hasta el salto y el enfoque un par de veces… pero en último lugar, esta ventana de oportunidad se irá cerrando a medida que las dudas van haciendo su mella en ti. Cuanto más tiempo permanezcas, más probabilidades hay de que invites al miedo, la ira y la duda a la ecuación y el salto se volverá más aterrador. Empezarás a pensar muchas veces sobre el problema y a darle vueltas a las posibilidades negativas, se requiere cierto tipo de persona para romper este ciclo, para permanecer positivo y volver a forzar la apertura de esa ventana de oportunidad de nuevo. Mi compañera, describió esto mejor que nadie al que nunca haya conocido hasta la fecha cuando ella me dijo que en esta situación, ella se siente como si estuviera lejos de la costa en el mar y tratando de regresar nadando. Ocasionalmente viene una ola que promete traerla de nuevo a la costa, solo si tiene la confianza en sí misma de subirse a la tabla y cabalgarla hasta casa, pero si pierde la oportunidad, entonces puede ser una larga espera hasta que venga la siguiente ola.

Me he enfrentado a incontables saltos como estos y sé de primera mano la sensación de quedarse y tener éxito… y la sensación de marcharse. Si esperas mucho tiempo entonces nunca se encuentra un final feliz en ninguna de las dos. Abandonar puede que te deje sintiéndote frustrado e insatisfecho, pero tener éxito después de tanto rato y descubrir que el salto era en verdad simple y sencillo puede, de hecho, dejarte sintiéndote peor, cuando te das cuenta de que has malgastado una hora y media y que deberías haber simplemente saltado cuando la primera ola vino. Hay a menudo muy poco disfrute en romper un salto después de tanto rato, es como si te hubieras pasado todo ese tiempo luchando por algo en lo que crees solo para que te digan que tu princesa está en otro castillo…

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Si es un salto que conozco, puedo hacer y me siento fuerte, entonces generalmente cabalgaré la ola de vuelta a casa más pronto que tarde… pero a veces me marcharé agradecido de no haber sido lanzado hoy contra las rocas (de la costa).

Con la experiencia he aprendido a reconocer un salto que no sucederá, y en vez de ver esto como algo negativo he intentado tratar esto un poco como si fuese un juego con un viejo amigo. Algunas veces ganas, otras pierdes, pero el verdadero placer está en jugar el juego y siempre habrá otra ola que atrapar la semana que viene.

16) El Poder del Ahora

De acuerdo, guantes fuera… dejemos la conversación de pachuchos sobre decepciones y emociones, y volvamos a la pelea.

Pienso que existen muchas ventajas en relación a matar un dragón aquí y ahora… antes de que crezca y se convierta totalmente en otro tipo de bestia. Es de una importancia crucial que como ser humano fuerte tú tengas la habilidad de aprovechar la ocasión cuando tú lo decidas. La vida no siempre esperará a un buen momento para lanzar la mierda al ventilador, así que necesitas aprender a, no… entrena esa chispa y esa luz que se disparan instantáneamente. Si esto es algo que nunca haces en tu entrenamiento entonces será mucho más difícil ir en busca del coraje para ello (encender la chispa) en una situación que realmente lo requiera.  Pero si estás familiarizado con la sensación de responder empujando cuando te empujan… y si estás familiarizado con reventar y atravesar esa ventana de oportunidad, poniendo a un lado toda esa mierda en tu cabeza y si consigues simplemente INTENTAR el salto con todo tu corazón, entonces has roto ese salto y has matado al dragón, sin importar lo que suceda al otro lado. Romper un salto es diferente a hacer un salto. Si tú sabes que verdaderamente lo diste todo y que no te reservaste ni una sola fibra de tu ser,  entonces ganes o pierdas, te estrelles o conquistes, lo has roto y has ganado la batalla mental, si no la física.

Aprenderás más de hacer un salto ahora, hoy, en este momento que de lo que aprenderías volviendo cuando estés «listo» y cuando lo sientas como fácil. Seguro, puedes ir a buscar un reto que de miedo, marcharte durante unas semanas y entrenar saltos similares, ir a dentro de tu agradable, caliente y seco gimnasio; y replicarlo con una colchoneta, y finalmente volver y hacerlo sin pausa, pero habrás sobrevolado por una parte de vital importancia del proceso, sino la más importante del Parkour, y esta es enfrentarse a los retos de cara y escoger la vía más difícil cuando una (vía) se presenta. Sal de tu zona de confort, ponte a la altura del reto y excava hondo. Enfádate si es necesario, busca una razón, un propósito y una fuerza motivante que te haga hacer el salto. El momento es ahora maldita sea.

Odia la idea de no intentarlo más que el miedo a las consecuencias de no conseguirlo y encontrarás una manera de romper el salto.

17) Haz algo que te de miedo cada vez que entrenes

No hace falta que sea aterrador, pero haz algo que te haga sentir incómodo cada vez que salgas a entrenar. Esta exposición de forma habitual al miedo irá alimentando por goteo el miedo a tu sistema y casi construirá una inmunidad a sus bordes más afilados. Aprenderás a procesar y administrar este miedo más fácilmente, creando hábitos y procesos para atravesar la siguiente experiencia que te de miedo, en la vida o en el Parkour.

La capacidad de lidiar con el miedo es una técnica que puede ser entrenada y mejorada como cualquier otra técnica, e igual que cualquier otra técnica en el parkour, debe ser entrenada regularmente si esperas mantenerla y mejorarla.

18) Romper saltos

Esto es algo de lo que vale la pena hablar en detalle, incluso si el proceso mental es diferente para cada uno. He visto a gente acercarse de distintas maneras a saltos que les dan miedo y teniendo diferentes grados de éxito. Lo único cierto es que no hay un método infalible para superar el miedo que se siente al encarar un nuevo salto. Lo que me funciona a mí, puede no funcionarte a ti… pero puedo darte unos cuantos consejos de cosas a considerar que podrían ayudarte.

La frase “romper el salto” viene del francés y simplemente significa el romper la barrera del miedo y de la aprensión que se siente en los momentos previos a intentar algo que nos de miedo. Con práctica, puede resultar más fácil el romper los saltos, pero es un proceso muy complicado que puede volverse más difícil durante ciertos periodos de tu entrenamiento. El problema es que cuanta más experiencia tengas en el Parkour, mejor entenderás cómo puede salir mal un salto o incluso cómo puede aparecer de vuelta una pequeña lesión. Cuanta más capacidad ganes, mayor es lo que tienes que perder si algo sale mal. Al principio no es algo en lo que pensar porque no se tiene esa experiencia, razón por la cual a los principiantes les resulta más fácil simplemente saltar y probarlo. Bendita ignorancia…

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Lo primero que tienes que decidir es si eres una persona que necesita estar en calma para romper un salto o si eres alguien que necesita sentirse excitado (con la sangre bombeando). Yo estoy entre medias, pero como muchos otros, prefiero un momento de calma antes del salto donde las dudas vuelan lejos y enciendo el interruptor para hacerlo.

Indistintamente de la manera en la que prefieras acercarte a romper el salto, es importante que cuando enciendas el interruptor vayas a por todas y no te detengas. Si por ejemplo es un salto en carrera, entonces tienes que decidirte a hacerlo antes incluso de dar el primer paso. Practica la carrerilla todo lo que quieras, pero no corras y decidas si lo intentas o no al final del muro. La confianza y la predictibilidad minimizan el riesgo. La duda y la imprevisibilidad cultivan el peligro. Cuando corres hasta el final del muro y saltas a medias (sin entusiasmo, sin convicción), entonces hay mucho más que puede salir mal. La situación es impredecible porque no sabes con cuanta fuerza has saltado y necesitas lidiar con ello en el vuelo, muy rápido. Pero cuando empujas con todo lo que tienes, incluso si no lo haces, todavía sabrás cuán lejos saltarás para saber donde aterrizar, pasarás más tiempo en el aire dándote un tiempo valioso para procesar la situación y reaccionar ante la recepción.

Para la gran mayoría de los problemas en el Parkour y en la vida, si conoces lo que puedes hacer y lo haces con todo, entonces irá bien.

Algunas personas escuchan el ruido de fondo. Otras cantan para sí mismos. Muchos dan pasos arriba y abajo respirando fuerte y unos pocos giran en círculos para poder refrescar la visión del salto en otra perspectiva cada pocos segundos. Yo soy de los que  hacen una cuenta atrás y si llego al 1 y siento que todo está bien, voy a por ello empujando al máximo. Este proceso de cuenta atrás solo comienza después de que todo lo demás haya sido considerado y procesado. Para ese momento ya he comprobado las zonas de despegue y de recepción, y he hecho un breve plan por si salto con demasiada fuerza, o con menos de la necesaria, y he trabajado en los pasos de aproximación (para el salto). Si es realmente un salto aterrador y quiero hacerlo, entonces visualizo una situación en la que debo hacer el salto. Me convenzo a mí mismo de que estar donde estoy tiene más riesgo que intentar el salto y fallarlo. Esto no es natural, necesita práctica y darlo todo, y ni siquiera lo recomiendo porque es un poco extremo… pero a mí me funciona.

Romper saltos es una prueba de fuerza de voluntad, de autocontrol y autoconocimiento, pero hay una gran diferencia entre quién es cuidadoso y calculador y quién es imprudente. El salto puede parecer el mismo, pero la diferencia está de nuevo en los detalles. La intención y motivación detrás de la elección para hacerlo puede ser completamente diferente.

Observar a otras personas encarar saltos que están cerca de su potencial es una experiencia increíble. Solo puedes apreciarlo completamente cuando la persona y el salto están igualados en ese momento y la siguiente mejor cosa es hacerlo tú mismo. En ese preciso momento estás viendo a una persona despojarse de sus pretensiones y todo su ego. Ya no pueden esconderse por más tiempo detrás de sus palabras o falsas afirmaciones… es tiempo para la acción. Sin importar cuantos de sus amigos estén con ellos, están completamente solos. Nadie más puede hacer el salto por ellos y lo saben. El tiempo parecer detenerse o dejar de existir completamente, el ruido de fondo se desvanece y toda su atención está concentrada en un diminuto punto de la Tierra. Hay una invisible pero innegable energía en el aire, una vibración de alta frecuencia que no puedes escuchar bien y una tensión que se puede cortar con un cuchillo. Igual que un tren de mercancías una ola se acerca y te preguntas si tendrás el coraje de levantarte y seguir con esto. Si lo hacen justo antes de que les golpee, algo especial sucede. Medio segundo de absoluta calma y tranquilidad. Puedes ver cuando lo aceptan, cuando han pulsado el interruptor y cuando van. Son ahora una víctima de la experiencia. Se acaba en un abrir y cerrar de ojos y con la recepción vuelve el sonido de fondo, las risas, las felicitaciones y los aplausos que sustituyen un silencio que era palpable. El miedo es instantáneamente reemplazado por alegría y euforia… y es ese sentimiento que ahí aparece el que hace al Parkour tan adictivo.

De cualquier forma que encares el proceso, haz que tu objetivo sea hacer tu método más eficiente con el paso del tiempo. Encuentra algo que funcione para ti y permanece con ello, entrénalo repetidamente como cualquier otra técnica. Aprende a confiar en tu método y mejóralo con el paso del tiempo. Sobre todo, tu objetivo debe ser minimizar el tiempo que pasa entre que encuentras un salto que quieres hacer, y tu haciéndolo… y esto es solo posible a partir de horas de deliberada práctica.

19)No ver demasiados videos

YouTube ha hecho muchas cosas buenas por el Parkour, pero es un arma de doble filo. Mientras que ha permitido que la práctica se extienda a lo largo y ancho del mundo en un periodo relativamente corto de tiempo y ha introducido el Parkour a una audiencia masiva, también ha logrado hacerlo de una manera en la que no creo que represente de la mejor forma lo que hago. Más del 90% de los vídeos de Parkour que veo en YouTube son ejemplos terribles de la práctica que amo y conozco. Necesitas excavar en un montón de basura para encontrar alguna joya ocasional, y si te guías por el contador de reproducciones o la popularidad, no tengas esperanza.

Lo cierto es que la gran mayoría de la gente que conozco que vive y entrena el Parkour con el mismo espíritu y motivaciones que yo mismo no hacen vídeos cada semana. Si los hacen es porque piensan que tienen algo digno y significativo que merece la pena compartir. Emiten el vídeo porque creen que puede ser beneficioso para algún otro porque transmite un mensaje a personas afines… no porque quieren que el mundo vea su último showreel en el que han pasado más tiempo editándolo que el que pasaron moviéndose durante el día de filmación.

Pero si alguien te recomienda un vídeo o tienes algo de tiempo libre, entonces seguro, ve a gastar una hora en YouTube y coger algunas ideas e inspiración o echa un vistazo a cómo entrenan otros tipos en cualquier otro país, pero si internet está repleta de vídeos de gente que no se mueve de la misma forma que tú recuerda que definitivamente no estás solo y que la razón por la que no ves muchos vídeos que representen la manera en la que entrenas es porque esos otros tipos que podrían hacerlo están muy ocupados entrenando.

Decide qué y cómo quieres entrenar hoy y no te dejes influenciar por las tendencias de la comunidad. Les he visto ir desde precisiones en barandilla, a gatos precisión y dobles gatos, de cortes de pelo a lo Justin Bieber con pantalones anchos y camisetas estrechas a pantalones ajustados y camisetas anchas y luego volver a centrarse en algunos movimientos significativos que eran principalmente saltos de brazo 180 (retours).Toda esa mierda es solo agitación superficial, pero debajo, las cosas que importan nunca cambian. Escoge tus propios valores y decide qué movimientos quieres mejorar… y entonces entrénalos hasta reventar.

20) Lee

Lee libros y artículos de fuentes fiables. Descubre cómo funciona y crece tu cuerpo. Haz preguntas y busca respuestas. Lee libros que estimulen tu mente así como libros que te enseñen como comer para el rendimiento y la recuperación. Lee libros sobre como estirar, movilizar, moverse y entrenar de modo que puedas mantener y actualizar la máquina más compleja e importante

que jamás tendrás. Aprende por qué muchas de las lesiones relacionadas con el deporte pueden ser evitadas y como el dolor crónico puede ser aliviado haciendo unos pocos cambios sencillos en tus hábitos diarios y tu rutina.

Si tuviera que elegir solo unos pocos títulos que han sido los más útiles para mí en los últimos años, entonces probablemente recomendaría:

Starting Strength de Mark Rippetoe

Movement de Gray Cook

Becoming a Supple Leopard de Kelly Starrett

Hagakure de Yamamoto Tsunetomo (Autor) y William Scott Wilson (traductor)

Y cualquier cosa de JimWendler.

21) Entrena por ti mismo

Hay ventajas al entrenar en pequeños grupos, (ventajas) que desarrollaré en la Tercera Parte, pero cuando se trata de entrenar la mente no hay mejor forma de mejorar ciertos elementos que entrenando solo. Incluso la más humilde de las almas alberga un ego que solo se hace presente cuando está en compañía de otros. Esta es la razón por la que estás un poco diferente cuando alguien entra en la habitación y cambias tu forma de hablar dependiendo de a quién te estés dirigiendo. Es la razón de que te sientas defensivo cuando alguien cuestiona tus acciones, aun si tienen las mejores intenciones en mente como un amigo. Esta es la razón de tus excusas cuando no quieres admitir estar demasiado asustado para hacer un salto y lo que te lleva a decir “Podría hacerlo fácilmente si no tuviera está lesión”

Pero cuando quitamos las influencias externas de la ecuación te quedas solo contigo mismo, con todas tus debilidades y defectos a flor de piel, otra vez. Podemos ser honestos por una vez y relajar una parte de nosotros. Nuestra mentalidad es diferente y nuestra forma de pensar, movernos y entrenar cambia. Ya no tenemos en cuenta las opiniones de alguien sobre esa recepción o preocuparnos dudando sobre un salto o cómo puede parecerle a otra persona. ¡Es liberador! Y es también un poco aterrador en algunos sentidos. Sin tu amigo para darte apoyo o ánimos y sin la presión de alguien mirándote, de repente tus motivaciones se convierten en totalmente internas. Ya no lo haces porque, en parte, tus amigos esperan que seas capaz de… no, la única razón de hacer algo ahora es porque tú quieres, porque tú eliges, por ti mismo. Nadie sabrá si lo haces o no, así que tomar la decisión de hacer algo que da miedo en ese momento está solamente alimentado por la propia voluntad y determinación interna. Es egoísta, pero en el mejor de los modos posibles.

Puede que estés leyendo esto ahora y pensando que soy un idiota egoísta, pero estoy intentando indicar que es algo que tenemos todos dentro de nosotros, hasta cierto punto. Algunos más que otros. Todos conocemos al chico con un ego ridículo que simplemente no puede parar de hablar sobre si mismo y sus logros, pero incluso la persona más callada y con los pies en la tierra tiene una pequeña parte de la misma cosa en su interior. En realidad, pienso que cuando se mantiene bajo control esto es algo bueno y una parte normal de ser humano. Es cortés y educado dominar los malos hábitos y ser un poco más reflexivo en presencia de otros… pero por favor, sé salvaje a solas  en alguna ocasión, y experimenta situaciones intensas, aterradoras estando solo. No lo lamentarás.

22) Acepta que tu familia y amigos sencillamente no lo comprenderán

Lo siento, pero ellos simplemente no entenderán el Parkour, a menos que lo prueben por si mismos durante un periodo de tiempo significativo. Puedes hablar sobre ello todo lo que quieras y describirlo hasta el más mínimo detalle pero ellos nunca verdaderamente entenderán el propósito del mismo y los cambios psicológicos que suceden en el tiempo a través del entrenamiento a menos que lo intenten. Pensarán que lo han entendido y tú podrías incluso empezar a creer que ellos lo han asimilado… pero el Parkour necesita ser vivido para ser comprendido. Acepta que cada cual es diferente y por más que tú quieras que toda tu familia sepa porque haces estas “locuras”, a veces, la ignorancia es realmente una bendición.

En el Parkour se hacen buenos amigos rápidamente porque ves a la gente por quienes son en realidad. En un único día de entrenamiento puedes ver a la misma persona reír, llorar y sangrar. Los verás asustados, decididos, valientes, egoístas, altruistas, felices y tristes. Al estar pasando tiempo con personas, en un ambiente de estrés alto y compartiendo juntos experiencias enriquecedoras, se establecen fuertes y rápidos vínculos con personas de tu gusto. Ver a la gente por quienes son entrenando es un atajo para llegar a conocerlos, lo que podría llevarnos meses o años si tú solo ves a una persona en el día a día, en el trabajo o en la escuela. De hecho, antes de casarte con alguien harías bien poniéndolos delante de un salto aterrador si realmente quieres saber quiénes son. Podrían no hacerlo, pero su humildad, honestidad y evaluación de la situación revelarán mucho de lo que son.

23) De vez en cuando haz locuras.

No soy ajeno a los desafíos físicos ridículos y pienso que tu tampoco deberías serlo. Estos no tienen sentido a lo largo de un entrenamiento progresivo y lineal  y no deberían hacerse cada semana, o incluso cada mes. Es importante entender que son más para la mente que para el cuerpo. Las peleas por el título no tienen sentido en términos de un entrenamiento lineal y progresivo para el boxeo, ya que pasas alrededor de una hora recibiendo puñetazos en la cara por una locomotora a vapor… pero preparan el escenario para una oportunidad de dar todo lo que tienes y comprobar si eso es, o eso no es suficientemente bueno ese día. Ganes o pierdas, pases o fracases, abandonas la experiencia sabiendo más de ti, de tus capacidades y de tus limites que nunca antes.

De vez en cuando sal de tu zona de confort y observa como de lejos puedes llegar, simplemente cuánto tiempo puedes aguantar antes de que tu cuerpo se rinda. Para saber de lo que eres capaz necesitas ir más allá de lo que tenías antes y más allá de lo que es razonable, o recomendado. Necesitas ir al lugar donde tu cuerpo dice detente… entonces, sigue adelante solo un poco más allá.

Un cuerpo fuerte es vulnerable sin una mente fuerte que lo controle y la experiencia, confianza y auto-conocimiento que conseguirás de estos desafíos te ayudarán a convertirte en una persona más fuerte.

Así que, ya sean tres horas de cuadrupedia, 1000 planchas, un kilómetro de equilibro en barandilla, 500 saltos seguidos, correr a la siguiente ciudad y volver antes de que anochezca, llevar (encima, portar encima) a tu amigo a su casa a lo largo de varios kilómetros, escalar una montaña en la oscuridad o cualquiera cosa que sueñes… elige algo difícil, pero algo que solo quizás podrías ser capaz de conseguir… Un desafío no es un desafío si sabes que puedes hacerlo. Apunta alto y deja que la duda se meta en la ecuación. Ahora tienes que luchar por ello.

24) Vacía tu taza[1]

…y llénala con películas de acción de los ochenta y sus bandas sonoras

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[1]Expresión que viene del ámbito de la meditación Zen: «Nan-in, un maestro japonés durante la era Meiji (1868-1912), recibió a un profesor universitario que venía a preguntar sobre el zen.

Nan-in sirvió té. Llenó la taza de su visitante, y continuó vertiendo té.

El profesor observaba cómo la taza rebosaba hasta que no pudo contenerse. “¿No ve que la taza está completamente llena? ¡Ya no cabe más!”.

“Como esta taza —dijo Nan-in—, estás lleno de tus propias opiniones y especulaciones. ¿Cómo puedo enseñarte el zen a menos que primero vacíes tu taza?”».

Artículo escrito por Chris Rowat “Blane” y cedido a umparkour.com
Traducción del inglés por Adrian Minton, Carlos Javier Ferrero y Dani Sampayo.
Puedes leer el artículo original aquí: 50 Ways To Be and To Last in Parkour | Part 2 – Training the mind

 

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