Atletas de la naturaleza: Adaptarse o morir.

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Atletas de la naturaleza: Adaptarse o morir.

Aquí, una verdad que quiero que todo el mundo que duda de su potencial físico o mental tenga en mente en primer lugar: debajo de la capa de las débiles y sedentarias personas, que nos hemos vuelto,  yace la materia prima del atleta más capacitado  y adaptable de la naturaleza.

La palabra clave es adaptable. Si no estás aún convencido de que la adaptación es el verdadero derecho de nacimiento de todos los seres humanos, tengo una palabra [expresión] para ti: WINGSUIT [traje aéreo]. ¡¿¡¿Cómo demonios hemos descubierto como hacer esto?!?! ¿Dónde está el precedente en nuestra evolución de la habilidad de calcular una trayectoria de vuelo y dominar corrientes aéreas y calcular todos los factores lo suficientemente rápido para que podamos zigzaguear entre árboles y volar rozando acantilados con sólo un poco de fina tela entre nuestras muñecas y tobillos? Esto, amigos míos es el asombroso poder de la maquinaria de adaptación que poseemos.

Observa lo diversos que son nuestros logros: desde los buceadores [en apnea] que descienden cientos de metros debajo de las olas hasta los saltadores de longitud que son capaces de saltar ocho metros en un solo salto; desde los patinadores que saltan la Gran Muralla China a los forzudos que arrastran camiones con un brazo; desde gimnastas que son capaces de mantener posturas isométricas cercanas a lo imposible a los pilotos de motocross que se separan de sus motos en mitad del aire, añadiendo una pirueta como si nada, cogiendo la moto de nuevo y aterrizando sobre las dos ruedas sin pestañear. Como especie, ¡estamos absurda y variadamente dotados! y esto es un testimonio de la capacidad natural del ser humano, que somos capaces de llegar a ser muy buenos en todo tipo de conjunto de habilidades especializadas y distintivas.

Los sistemas complejos se debilitan, incluso mueren, cuando se les priva de factores de estrés
Nassim Taleb.

La adaptación es lo que nos ha hecho la especie dominante del planeta –nuestra increíble habilidad para adaptarnos a nuevos terrenos, entornos, desafíos– y de hecho hacernos más fuertes en este proceso; fortalecidos por los desafíos. Quizá Nietzche tenía razón. Ciertamente la idea de la antifragilidad de Nassim Taleb –el concepto de que la verdadera fuerza se encuentra no en un ser robusto sino en ser capaz de mejorar ante la respuesta de estímulos estresantes– se aplica a nosotros como especie y se puede también aplicar a nosotros como individuos.

Así que quita esta necesidad de adaptación –por ejemplo, mediante la adhesión a paradigmas de entrenamiento limitados y patrones de movimiento arbitrarios y reducidos– y quitarás el más grande estímulo para nuestro desarrollo físico y mental. La adaptación nos hace fuertes, rápidos, potentes, flexibles, móviles, receptivos– nos hace estar en forma.

De esto se deduce que, sin un desafío regular, sin estos estímulos estresantes positivos, en el mejor de los casos permanecerás estancado o, más probablemente, te volverás más frágil; te debilitarás. Pon a la gente en una zona de confort sin ninguna amenaza, dales una vida de lujos y provéeles de todas sus necesidades, y míralos crecer suave y lentamente, míralos en decadencia. Pero apártalos de esas comodidades y lánzales algunos desafíos en sus vidas… y observa atentamente! Hemos nacido supervivientes, si es necesario. El problema es que, para muchos de nosotros, esa necesidad ya no existe. Lo que significa que tenemos que buscar desafíos, tenemos que buscar la adversidad y ponernos a nosotros mismos frente obstáculos deliberadamente.

La combinación de nuestra increíblemente adaptable forma física con el más avanzado centro de mando neuronal significa que cada ser humano tiene un inmenso potencial para superar casi cualquier obstáculo que se ponga en su camino. El excelente control motor que somos capaces de emparejar con nuestro innato instinto animal y nuestra habilidad inconsciente para movernos significa que todos nosotros somos responsables de una espectacular pieza de hardware orgánico.

FORJADO EN LOS FUEGOS DE LA NATURALEZA

Y, adivina qué. Ese hardware que tienes bajo tu volante no se construye en un gimnasio. Su desarrollo no ha sido programado, deconstruido, diseñado, complementado o controlado de ninguna otra manera que a través de la exposición a la forja más candente de todas: la evolución y la necesidad de sobrevivir. Los seres humanos han estado en buena forma durante cientos o miles de años, mucho antes de que siquiera existiera la noción de las inscripciones a gimnasios, máquinas de abdominlaes y mueve pesos.

El consumo frecuente de movimientos variados es lo que impulsa los procesos fisiológicos esenciales.
Katy Bowman.

Y es incluso cuestionable que nuestros modernos métodos de entrenamiento de alta tecnología hayan proporcionado alguna diferencia significativa a nuestras capacidades físicas en absoluto con estudios que sostienen que cualquier mejora mesurable en los logros de los atletas de competición a lo largo del siglo pasado pueden ser ampliamente atribuidos a mejoras en las tecnologías (véase los bañadores prohibidos o los materiales de las pistas de atletismo) en lugar de a los individuos más fuertes, rápidos o más en forma en general. Obviamente hay excepciones y aparecen en cada generación, pero las excepciones tienden a confirmar la regla.

Ya te creas esto o no, ten en mente que el actual récord del mundo para los 100 metros lisos está en 9,58 segundos, de Usain Bolt. El récord del mundo de hace 100 años en 1912 fue de 10,6 segundos, de Donald Lippincott de Estados Unidos. Entonces piensa con qué calzado y ropa corrió Mr. Lippincott, cómo la superficie era todo menos tecnológica, y cómo sus métodos de entrenamiento, dieta o suplementos eran menos avanzados. Uno puede entonces plantear que dándole a este tío de 1912 el entrenamiento, el equipamiento y las condiciones de la moderna competición, él podría mandar a Usain a fregar platos. Lo que significaría no solo que no hemos mejorado notablemente en esprint como especie, sino también que toda nuestra moderna metodología apoyada en la ciencia del deporte tiene como resultado ninguna diferencia en conjunto.

El autor de Manthropology Peter McAllister va un paso más allá para decir que el hombre antiguo sería considerado actualmente, considerablemente, más fuerte, más rápido, más poderoso y resiliente que sus descendientes más actuales. Aunque obviamente es muy difícil comparar capacidades a un nivel individual en un lapso de tiempo tan grande, la cuestión permanece en que los humanos han sido asombrosos durante miles de años y es debido a nuestra innata, natural, gran capacidad adaptativa de nuestras habilidades físicas.

Ese concepto es precisamente el que mostraba George Hebert en su retorno al entrenamiento del “método natural” y a comienzo del siglo veinte, cuando se dio cuenta de que los indígenas de África y de otros lugares “son espléndidos, flexibles, ágiles, habilidosos, duraderos, resistentes y además no tenían otro tutor en gimnasia que no fuese su vida en la naturaleza”.

Y tú, yo, todos nosotros tenemos los mismos materiales básicos que cualquier otro, lo que quiere decir que cualquiera de nosotros puede hacer, es algo a lo que todos nosotros podemos aproximarnos si entrenásemos duro el tiempo suficiente. ¿Nunca has hecho paracaidismo? Bien, tienes el mismo material esencial  como los mejores “wing-suiters” ahí afuera, por lo que podrías aprender fácilmente. ¿Nunca has corrido una maratón? Hemos nacido para cubrir largas distancias, millones lo hacen cada año. ¿Nunca has estado en un combate de boxeo? Adivina qué; un poco de técnica, un poco de esfuerzo, y lo harás bien al final. Piensa en tu cuerpo/cerebro como una trozo pequeño de arcilla en vez de en un autómata de palancas y poleas: es literalmente moldeado por las presiones y fuerzas a las que es expuesto todo el tiempo. y es sumamente bueno conquistando la adversidad si tiene que hacerlo.

PRÁCTICO SOBRE FUNCIONAL

Lo que nos lleva a lo que realmente importa: la adversidad. Pienso que la razón principal por la que el parkour produce individuos capaces a su alrededor es que cada aspecto del entrenamiento es un desafío en un sentido muy práctico – y no sólo físicamente, también mentalmente. Olvida la sobreusada y ahora contaminada palabra “funcional”, el parkour se centra sólamente en construir habilidades de movimiento práctico: la habilidad de escalar, saltar, correr, cuadrupedia, caer, girar, y hace todas esas cosas en una rápida sucesión sobre un terreno variable con escaso margen de error. Eso DEBE producir humanos capaces, o simplemente no serán capaces de realizar las acciones. Deben adaptarse. Es en realidad muy simple, y por lo tanto, realmente efectivo.

Yo prefiero la palabra práctico en este contexto. Estos últimos años la industria del fitness ha unido la palabra de moda funcional a todo en un esfuerzo por vendérselo a las masas desprevenidas, pero se han olvidado de una simple cosa: sólo porque un movimiento sea una posible función del cuerpo humano, no significa que esa sea su intención o función óptima en el cuerpo humano. El curl de bíceps es una función del brazo – puede realizar ese movimiento, por lo tanto es una función. ¿Eso significa que la función del cuerpo humano es hacer curls de bíceps todo el día? No. La función del cuerpo humano en términos de movimiento es llevar el cerebro a través del entorno, adaptándose al terreo en el que se mueve. Entonces un “entrenamiento funcional” real es hacer exactamente esto – moverse sobre el terreno de una forma óptima, efectiva y segura. Si tu método de entrenamiento no te capacita para hacerlo o no te hace mejor haciendo eso, no puede clasificarse realmente como “funcional”. Esa es la prueba de fuego. para mí, entrenamiento funcional significa la adquisición y mejora de las habilidades de movimiento práctico. Perdón, mueve-pesos.

CONDICIÓN FÍSICA REAL

La condición física real es más que simplemente ser capaz de levantar cosas, esprintar o saltar alto, y es más que hacer cualquier cosa de esas en secuencia y llamarlo “combinación”. Esos no son movimientos integrados, eso es un circuito de entrenamiento. La condición física es la habilidad inconsciente para responder a múltiples estímulos mientras a determinada velocidad sin perder el equilibrio, la percepción espacial o la dirección sobre la que uno se mueve. Digo “dirección” y no “control”, porque el movimiento de tipo atlético requiere cierta rendición del control consciente.

Para hacerte una idea sobre esta “rendición”, imagina que saliendo de tu ritmo para coger un frisbi al vuelo – no tienes tiempo de pensar sobre una forma apropiada de correr o lo que sea, tu cuerpo simplemente actúa para completar la acción haciendo micro ajustes todo el rato para coordinar el esprint, el salto, cogerlo y recepcionar. La mente consciente debe quedarse atrás y dejar que el cuerpo haga la acción, y ahí es donde la condición real de movimiento sale a la superficie. Ningún número de saltos al cajón o sentadillas con peso harán eso por ti.

Lo cierto es que estos multidireccionales, multiplanares, habilidades motoras complejo-dinámicas simples no pueden ser aprendidas a través de cualquier cantidad del desarrollo de patrones simplistas y lineales. Eso nunca te dará un movimiento elegante, porque nunca requerirá eso de ti. El movimiento es una habilidad y, por definición, requiere práctica de esa habilidad en un sentido holístico. No hay atajos: tienes que hacer los movimientos.

JUEGOS MENTALES: EL OTRO 50%

Otro aspecto de la condición física que suele descuidarse es el otro 50% de lo que somos: la mente. Bueno, obviamente no es un caso de 50/50 y somos en realidad simplemente mente-cuerpo, y sólo percibimos la distinción entre cuerpo físico y mental, pero la cuestión es que muchos entrenamientos físicos/fitness dan su máximo para eliminar cualquier componente mental y reducir el increíblemente complejo sistema que somos a una simple versión mecánica en la esperanza de tener algún beneficio. El resultado actual son bien fabricados cuerpos que mayoritariamente lucen músculos y secos, pero no pueden adaptarse a cualquier proceso mecánico externo al que han sido reducidos: las habilidades de movimiento real han sido debilitadas porque en ningún momento son el todo – en el sentido cuerpo y mente – siendo dibujados para superar tareas complicadas y desafíos. Y, como sabemos, si no lo usas, lo pierdes. Entonces, la verdadera condición física requiere maestría sobre tu cuerpo combinada con maestría de tu mente o, más bien, una irrompible integración de estos aspectos del todo.
Las buenas noticias son que esto significa que ponerse en forma y fuerte no es un algo científico y que no requiere máquinas sofisticadas, herramientas, materiales o protocolos de entrenamiento. Porque es literalmente nuestra naturaleza el ser físicamente capaces. Todo lo que tenemos que hacer es darle ese espacio natural y tiempo de respirar, y dejarle a nuestro físico que vaya cogiendo la forma con una exposición regular a desafíos prácticos y la adversidad: para permitirle adaptarse. Como decimos en el parkour – primero, muévete; después muévete bien; entonces muévete rápido y bien. No compliques de más las cosas, no te dejes marcar por la pseudo ciencia que cambia cada pocos años, no deconstruyas las capacidades holísticas de movimiento de tu cuerpo y no te limites a ti mismo pensando que hay algo que no puedes hacer.

Tal vez no puedas hacerlo ahora, pero con esta pieza de hardware a tu disposición, te apuesto a que probablemente seas capaz de hacerlo algún día.

 

Artículo escrito por Dan Edwardes,
enlace al artículo original en inglés aquí: Nature’s Athletes: Adapt or die
Traducido por Dani Sampayo y Carlos Javier Ferrero con revisión de Adrian Minton para www.umparkour.com

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