5 maneras de apoyar a atletas femeninas en el parkour

By Comentarios desactivados en 5 maneras de apoyar a atletas femeninas en el parkour
5 maneras de apoyar a atletas femeninas en el parkour

Me gustaría que te imaginaras por un momento entrando a un gimnasio lleno de mujeres grandes y musculosas. Son un poco más altas y fuertes que tú, y tienen un talento exagerado en el parkour. Pueden hacer cosas que chocan contra tus concepciones de lo que es humanamente posible. Hace poco que empezaste a entrenar y tus capacidades y confianza son una pequeña fracción de las suyas. Las mujeres te intentan ayudar a aprender pero te ofrecen tantos consejos que te bloqueas y aturullas. Cuando te acercas para unirte a ellas, te da la sensación de que estás en medio y molestas. ¿Son sus habilidades siquiera posibles? ¿De dónde han salido estas súper-humanas? ¿Existe un laboratorio especial o algo…? ¿¡Es Oscorp real!?

Bromas aparte, los gimnasios, reuniones y eventos de parkour pueden hacerte sentir un poco así cuando acabas de empezar a entrenar. Escribo hoy este mensaje para ofrecer una nueva visión desde la perspectiva de una mujer sobre cómo crear un entorno más cómodo y arropador para las mujeres en el parkour. Ya tenemos una comunidad fuerte dispuesta a apoyar a los demás, y todos parecen querer ayudar a las mujeres a sentirse cómodas. Con este mensaje quiero ayudar a llevar las cosas más allá y pasar al siguiente nivel. El objetivo final es involucrar a más mujeres en el parkour durante periodos más largos de tiempo hasta alcanzar un número igual de hombres y mujeres entrenando. La mejor manera de conseguir esto es crear un entorno de apoyo para las mujeres, y entender algunas de las diferencias a las que las mujeres se enfrentan cuando intentan involucrarse en el parkour.

02Atleta:  Julie Angel / Foto de Andy Day

  1. Ofrece consejo sólo cuando se te pida.

(Sobre todo en gimnasios y reuniones). Parece bastante sencillo, ¿verdad? No estoy segura de cuál es la causa, pero cuando vemos a alguien esforzándose por hacer un movimiento la reacción inicial de todo el mundo, incluida yo, es fijarnos en que está haciendo mal. Y decírselo. Sé que la gente ofrece ayuda con la intención de ayudar, pero en muchas situaciones no ayuda en absoluto. Es más, puede ser perjudicial. Creo que esta cuestión en particular no afecta únicamente a las mujeres: he visto a muchos hombres en la misma situación. Dejadme que os cuente una experiencia que tuve hace poco:

Durante un evento abierto una noche en un gimnasio había una colchoneta sobre el foso de gimnasia, casi al mismo nivel que el suelo de alrededor. Me alegre de ver que alguien había puesto la colchoneta allí porque llevaba un tiempo queriendo practicar mi side flip a nivel pero no estaba segura de cómo hacerlo. ¡Qué suerte! Me acerque y me puse a la cola junto con 8 tíos que estaban haciendo acrobacias a la colchoneta. Todos estaban practicando técnicas mucho más avanzadas que yo, por lo que me sentí un poco fuera de lugar al acercarme para practicar mi no-tan-espectacular y básico side flip (el side flip me estaba constando más que cualquier otra acrobacia y había trabajado muy duro para superar bloqueos mentales al hacerlo). Tímidamente me acerque con el latido acelerado y las piernas temblando después de ver a varias personas hacer backs, corks y doble side flips, e hice mi primer side flip casi a nivel, con un desnivel de tan solo 15 cm (hasta ahora lo más cerca que había estado era un desnivel de 45 cm). En cuanto aterrice, media docena de personas se me acercaron como una plaga de langostas para darme consejo genéricos sobre cómo hacer un side flip, como su fuera mi primer día de entrenamiento.

Sé hacer side flips. No son perfectos y hay varios aspectos que tengo que mejorar, pero puedo hacerlos. En los últimos seis meses he hecho cientos de side flips en el gimnasio y 30-40 fuera. Durante el entrenamiento de esa tarde escuche variantes del mismo consejo una decena de veces de manos de distintas personas: “salta más alto y recógete más”. Desde que empecé a hacer parkour hace 4 años he escuchado EL MISMO consejo MILES de veces. Lo escucho prácticamente cada vez que hago una acrobacia delante de alguien. He intentado explicar a espectadores reparte-consejos que sé cómo se hace un side flip, pero que ésta es para mí una situación nueva y por lo tanto me da algo de miedo. Cuando algo me da miedo mi forma empeora, y lo único que necesito es sentirme cómoda con el movimiento para poder hacerlo bien de nuevo. En realidad, lo único que necesito es un espacio seguro y cómodo en el que practicar el movimiento. Hubiera agradecido muchísimo algunas palabras de ánimo y apoyo en esta situación, pero recibir masivamente consejo puede ser abrumador para una persona que ya se siente incómoda y fuera de lugar. Intenté expresar estos sentimientos, y lo único que recibí fueron consejos sobre cómo enfrentarme a los consejos no solicitados. Sentía que la cabeza me iba a explotar, y estuve a punto de irme de allí. En vez de eso, me senté un momento e intenté calmarle, pero la cabeza me daba vueltas. Esto era una VICTORIA, era PROGRESO en mi entrenamiento, ¿por qué me parecía todo lo contrario? ¿He estado engañándome a mí misma todo este tiempo? ¿Algún día conseguiré pasar de los movimientos básicos? ¿Estoy fuera de lugar en este sitio?

Antes de ofrecer critica, piensa en la persona a la que te diriges. ¿Lleva entrenando un tiempo? ¿Es su primer día o mes? ¿Necesita el mismo consejo que un principiante? ¿Necesita siquiera consejo, o solamente apoyo? Alguien en su primer mes de entrenamiento necesitará probablemente consejos muy diferentes de la persona que lleva entrenando más de dos años y se enfrenta a bloqueos mentales. Es probable que la gente que lleva entrenando un tiempo conozca sus fallos técnicos, mejor incluso que nadie. Parece que la gente suele ofrecer críticas sobre habilidades técnicas pero se olvidan de lo potencialmente más importante: la lucha interna contra el miedo. De los mejores consejos que he recibido nunca al hacer parkour fue dejar de escuchar a lo que los demás están diciendo y hacer lo que funcione para mí. Cuando la gente esté preparada para recibir consejo, lo pedirán.

 03Atleta: Stephanie Shaklee / Foto de Julie Angel

  1. Ofrece comentarios y apoyo positivos y genuinos.

No creo que ni a hombres ni a mujeres les guste ir a un sitio en el que se señalen constantemente sus debilidades, incluso cuando están trabajando activamente en mejorarlas. Si ves a alguien esforzándose en algo en un evento y parece frustrado, busca algo que estén haciendo bien y díselo. Es importante hacer un esfuerzo y ser sinceros, y no decirles que estaban haciendo algo bien cuando es mentira. Además, si te sientes inclinado a hablar con alguien, ya sea para conocerle mejor, ayudarle a sentirse bienvenido e integrado, o creas que puedes ayudarles con algo, intenta empezar con un cumplido sincero. Busca sus puntos fuertes en vez de sus debilidades. Señalar las cosas que la gente está haciendo mal es mucho más fácil que hablarles de sus puntos fuertes, pero esto último es, casi seguro, lo que necesitan oír. Creo que la interacción será mejor recibida ya que en un mar de críticas, los cumplidos son refrescantes.

Hace poco leí sobre un estudio en el libro de Sheryl Sandberg, “Lean In”, en el que se hablaba sobre como los hombres se presentan a trabajos en los que solo cumplen el 60% de los requisitos, mientras que las mujeres generalmente sólo se presentan a trabajos en los que cumplen el 100% de las cualificaciones. Creo que esto está relacionado con que los hombres y mujeres entrenan parkour de manera diferente. Veo a menudo hombres, generalmente nuevos practicantes, entrenando e intentando cosas para las que no están preparados, y veo lo contrario en practicantes femeninas. Parece que las mujeres generalmente sólo hacen cosas si están extremadamente seguras de que pueden hacerlas. Nuestros cerebros están estructurados de diferente manera, y arrastramos toda una vida de acondicionamiento social que nos dice que no somos buenas en el deporte; que somos débiles. Debido a estas diferencias las mujeres necesitan distintas cosas en cuanto al apoyo de la comunidad. A menudo los hombres ofrecen consejo del tipo “no intentes cosas para las que no estás preparada”. Lo que tiene sentido, porque probablemente se basan en su propia experiencia y en los errores que han cometido en el pasado. Para las mujeres, creo que nuestro fallo es no aprovechar todo nuestro potencial. Casi todos los dueños de gimnasios de parkour, monitores, y practicantes son hombres, por lo que las mujeres rara vez tienen la oportunidad de aprender de otras mujeres. Generalmente solo recibimos consejo y ayuda de hombres que enseñan inherentemente desde una perspectiva masculina y puede que ni siquiera sean conscientes de algunas de las batallas mentales a las que se enfrentan las mujeres al practicar parkour.

04Atleta: Rowan Turner / Foto de Julie Angel

  1. Entiende la diferencia en nivel de habilidad, y por qué existe.

Una de las cosas más importantes a entender que hace sentir incómodas a las mujeres es la diferencia en nivel de habilidad entre hombres y mujeres. Esta diferencia no existe porque las mujeres sean inherentemente incapaces o nada parecido. Existen diferencias biológicas que dan a los hombres una ventaja atlética, de acuerdo, pero no es suficiente para explicar la diferencia actual en habilidad. Una de las razones de que la diferencia sea tan grande es que más hombres han estado involucrados en el parkour durante periodos de tiempo más largos, lo que inevitablemente crea más atletas masculinos capaces. Cuando empezamos algo nuevo la naturaleza humana nos lleva a buscar ejemplos similares a nosotros mismos que hayan triunfado en lo que sea que hemos empezado. Es posible encontrar ejemplos de atletas de parkour femeninas exitosas, pero son pocas y generalmente no están al mismo nivel que la élite masculina. Parece que estén unos años por detrás… ¡probablemente porque lo están! Es muy difícil encontrar mujeres que lleven entrenando más de unos pocos años, pero hay muchos atletas masculinos en el mundo que lleven de 6 a 10 años o más entrenando. Entender este concepto es excitante, porque significa que en los próximos 5 años, aproximadamente, cuando más mujeres hayan alcanzado niveles más altos de maestría en su entrenamiento, veremos cosas muy interesantes provenientes de la comunidad femenina.

Debido al acondicionamiento social que rodea a los atletas y otros factores asociados con ser una mujer practicando parkour, muchas mujeres parecen ser más cautelosas en su entrenamiento. La cautela se suele ver como inhabilidad, y esas creencias se reflejan de vuelta a la practicante en forma de crítica o falta de elogio. Los hombres parecen más animados a comprometerse a algo de lo que no están seguros que puedan hacer, y recibirán más elogios y menos críticas de sus entrenadores y colegas, lo que les llevará a pensar que son capaces de practicar este deporte. Esa creencia es fundamental para practicar parkour de manera seria y a largo plazo. Este tipo de situación puede ser la causa por la que muchas mujeres prueban el parkour pero no siguen con él, y aquellas que lo hacen suelen ser las que ya tenían un fuerte pasado deportivo. Otro contribuidor a esta diferencia (y a que las mujeres pierdan el interés en el parkour) es la dificultad de encontrar gente en tu misma situación. La relación con tus iguales es esencial para la progresión y para mantener la mentalidad de juego. Cuando entrenas constantemente con gente más avanzada que tú es difícil evitar los sentimientos de insuficiencia, y a menudo te hace sentir que entrenas solo. Si no puedes practicar las mismas cosas en las que están trabajando todos los demás, no puedes entrenar conjuntamente y lo único que te queda es crearte tu propia ruta, separada de la de los demás. Cuando entrenas con gente de habilidad muy inferior a la tuya, es difícil no estar constantemente enseñándoles y guiándoles y, de nuevo, no podéis trabajar los mismos movimientos juntos. En cuanto a hombres y mujeres en la misma situación, me he dado cuenta de que los hombres empiezan a hacer cosas a una escala mayor más rápidamente, y para mucha gente la habilidad viene determinada por la escala y la distancia del salto. Es fácil ver y medir un salto, y dicha escala es válida, pero solo es una parte de la habilidad de una persona. Se necesita a un atleta más perceptivo y con más experiencia para darse cuenta de los avances sutiles en técnica, y por ello, estos pequeños avances suelen pasar desapercibidos. Esto conlleva que la persona que más salta piense que ha avanzado más en su entrenamiento, lo que le lleva a dar muchos consejos no solicitados, destruyendo la dinámica de igualdad. Raramente me he encontrado con hombres o mujeres que estén en la misma escala y habilidad técnica que yo, aunque ha sucedido más a menudo con otras mujeres que con hombres. Es por esto que las reuniones y eventos de mujeres son una gran manera de encontrarse con tus iguales.

Creo que la clave para superar la diferencia de género es, simplemente, olvidarse del género. Una vez has entrenado con alguien, no importa su sexo o género. Trátalos como atletas, no como atletas femeninas. Lo mismo se aplica a las mujeres. Si entrenas parkour no pienses en ti misma como en la única mujer en el gimnasio entrenando parkour, piensa en ti misma como en una atleta.”

  • Lynn Jung

 05Atleta: Zahava Alston / Foto de Anya Chibis

  1. No utilices lenguaje sexista.

No creo que este punto exija mucha aclaración, pero decir cosas como “sé un hombre”, “échale un par de cojones”, o “no seas una niña” pueden crear un ambiente incómodo para las mujeres. Mucha gente intenta justificar estas expresiones tratándolas como bromas, pero incluso si de verdad es una broma, el repetido y constante uso de este tipo de lenguaje a lo largo de una vida puede calarse sutilmente en tu subconsciente. Este tipo de lenguaje perpetúa la noción anticuada de que las mujeres son inferiores, o que son atletas menos capaces, o menos valientes.

Las mujeres también deberían dejar de utilizar lenguaje sexista. A menudo he escuchado frases en el gimnasio como “no puedo hacerlo porque soy una chica”, o “tú puedes hacerlo porque eres un tío”. Mi situación favorita fue cuando en el gimnasio una chica estaba animando a un chico a hacer algo que yo había hecho poco antes, diciéndole “ella ha podido hacerlo, así que tú también tienes que poder”. Cada vez que utilizamos este tipo de lenguaje infundimos la creencia de que las mujeres son atletas inferiores. La conocida freerunner Lynn Jung nos hace ver un punto muy importante: “usar hashtags como ‘Girlparkour’ también crean su propio lenguaje sexista sin ser conscientes del daño que causan. Al decir ‘girlparkour’ definimos el parkour ‘normal’ como ‘boyparkour’. Aunque el lenguaje sexista positivo puede tener la ventaja de sacar a la luz a las mujeres dentro del parkour (probablemente solo dentro de la comunidad femenina), a largo plazo hace más difícil que las atletas femeninas se establezcan como ‘atletas’ en vez de ‘atletas femeninas’”.

06Atleta: Dasha Romanov / Foto de Anya Chibis

  1. No te ofrezcas a cubrir a alguien a menos que te lo pida.

Cubrir a alguien puede ser útil y tiene su lugar en algunas situaciones. Sin embargo, he visto a muchos hombres ofrecerse a cubrir a mujeres en movimientos en los que no estoy segura que se pudieran siquiera cubrir, o en situaciones en los que cubrir a alguien hace el salto más peligroso para los dos. Por ejemplo, cubrir a alguien en un salto de precisión o en un gato precisión parece un desastre a punto de ocurrir. Al hacer un gato precisión hemos aprendido a adaptarnos mediante varias técnicas de ukemi parkour como rebotes hacia atrás, caídas por deslizamientos o rebotar y dejarse caer a brazo. Si una persona intenta hacer alguna de estas técnicas y además hay alguien cubriéndole e intentando agarrarle, no hace más que añadir otra variable: ahora tienes que preocuparte de no pisarle la cara a dicha persona y no puedes reaccionar como tus instintos te piden porque la otra persona está intentando agarrarte.

En resumen, lo mejor que podemos hacer como comunidad es proporcionar un ambiente de apoyo en el que las mujeres puedan entrenar. Esto requiere controlarse a la hora de dar consejos no solicitados (a la mayoría de hombres también parece molestarles esto último), e intentar ponerte en su piel. Dicho esto, en los últimos años las mujeres han empezado a tener más presencia en el parkour con atletas como Aleksandra Shevchenk (Sheva), quien está creando nuevos movimientos innovadores que aprovechan la fuerza física de las mujeres. Hay otras cuantas mujeres que están teniendo un gran impacto en el deporte a día de hoy, y sospecho que veremos más casos como estos en los próximos años. Echad un vistazo al último video de Sheva.

También puedes leer el libro “Lean In: Women, Work, and the Will to Lead” de Sheryl Sandburg, si estás interesado en aprender más sobre igualdad de género.

Otra gran defensora de las mujeres en movimiento es la autora y cineasta Julie Angel con su página web See&Do.

07

Artículo escrito por Brianne Beecroft y cedido para su difusión en castellano a Jonan Nieto.
Puedes leer el original en inglés aquí: ParkourEDU.

Traducción de Jonan Nieto para LotzenADD y www.umparkour.com

Share Button

Comments are closed.