Parkour y el paradigma del juego
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¿Cuándo te sientes más vivo? ¿Cuándo te sientes más como tú mismo; desatado, comprometido, natural, centrado? ¿Cuándo estás completamente en el momento, no pensando demasiado o analizando, sólo fluyendo y expresándote tal cual eres con total compromiso?
Tómate un momento para pensar sobre tu respuesta.
Para la mayoría de nosotros, nos sentimos así cuando estamos haciendo sin ninguna otra razón que el puro disfrute de lo que estamos haciendo. Algo totalmente voluntario, algo que no estamos obligados a hacer fuera de obligaciones o necesidad de dar cuenta de ello. Algo divertido.
Para la mayoría de nosotros, nos sentimos más vivos cuando jugamos.
Se puede tomar el juego de innumerables formas, por supuesto, y por jugar no me refiero a algo frívolo que simplemente llena nuestro tiempo entre intentos de seriedad; jugar es esa cosa que te apasiona y en la que eliges invertir tanto como sea posible tu valioso, limitado, tiempo libre que tanto mimas. Es a lo que te comprometes todo tu fin de semana, si puedes. Es lo que luchas por dedicar una hora después de trabajar, antes de ir a casa. Lo más probable es lo que te hace mirar hacia adelante en una determinada semana. Es algo que haces por ninguna otra razón más que gastar tu tiempo haciendo esa cosa.
¿Entonces por qué lo marginamos tanto? ¿Por qué jugar es algo que encajamos de vez en cuando entre una y otra hora, cuando podemos, usualmente cuando ya estamos cansados del trabajo y de otras actividades “involuntarias”? ¿Por qué, cuando ese es el tiempo en el que más somos nosotros mismos, le damos tan poca prioridad que terminamos por saltárnoslo en favor de actividades en las que sólo nos involucramos la mitad? Pagar las facturas es importante, pero sobrevivir a costa de la vida no es una buena ecuación que aceptar.
El paradigma del juego
Jugar es una parte vital de la saludable vida humana, particularmente cuando somos jóvenes, pero también cuando nos transportamos a la edad adulta o vejez. Cuanto más tiempo le dedicamos a jugar felizmente, saludablemente, menos estresados y más vivos nos sentimos. Da energía, satisface, pone en forma, equilibra y da valor a nuestros días.
1.Los Estados Miembros reconocen el derecho del niño a descansar y esparcirse, para involucrarse en juegos y actividades recreativas apropiadas a la edad del niño y a participar libremente en la vida cultural y las artes.
2.Los Estados Miembros deberán respetar y promover el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística y deberán estimular el suministro apropiado e igualdad de oportunidades para las actividades culturales, artísticas, recreativas y de ocio.
Artículo 31
Convención de Naciones Unidas por los Derechos de los Niños
En todas las culturas, el juego es algo que surge de forma natural, espontánea. Todo lo que tenemos que hacer es mantenernos fuera de su camino y dejar que suceda. De hecho, siendo algo que surge desde el interior más que algo forzado desde el exterior es una definición atribuible al juego. Piensa en Mónica en la famosa serie de TV “Friends”, intentando constantemente ordenar y manejar el juego para sus colegas, imponiendo cosas como reglas y códigos para “pasar un buen rato”, sólo para que sus intentos sean rechazados una y otra vez. Eso no es jugar, está lejos de serlo. El Auténtico juego se auto-organiza y crea sus propias reglas sobre la marcha – y esas reglas se van adaptando a lo que requiere el juego, al contrario del juego que se define por las reglas.
El juego existe como paradigma independiente en sí mismo . Los niños juegan mejor cuando no están supervisados, el secretismo se considera un elemento vital del juego para los niños: sus juegos tienen reglas secretas, compartidas sólo con, e importantes sólo para, los jugadores. Su juego casi siempre implica descubrimiento, exploración, asumir riesgos (ya sean físicos, mentales, sociales, lo que sea), expandiendo los límites, y suele ser adaptativo —innova, imagina, crea. Reinventa el espacio, usándolo para sus propios propósitos, sin otro objetivo aparente que el de jugar al juego. Y mientras este juego sucede, es, para los jugadores, la cosa más significativa del mundo. Es un asunto serio, ¡¡¡esta cosa del juego!!!
¿Suena familiar? Debería. El juego es un elemento central del parkour; Es sólo que somos muy serios sobre nuestro juego, que es como debe ser. Además, de acuerdo con los fundadores, el parkour nació —parcialmente al menos— de los juegos infantiles de exploración, desafíos y experimentación. Esto no lo devalúa ni le quita su efectividad como herramienta para la superación personal, la educación y el autoconocimiento; más bien al contrario, porque grandes cantidades de nuestro aprendizaje como niños ocurren durante el juego.
Es importante entender que el juego no es simplemente una actividad de ocio; es una parte crucial de llevar una vida saludable y equilibrada. Los efectos reconstituyentes del juego regular nos permiten a su vez dedicarnos a nuestro trabajo de un modo más eficiente y con mayor energía y concentración. Lo marginamos a nuestro propio riesgo, no solo como individuos, sino como sociedad en su conjunto.
Tiempo de jugar
Sacar tiempo para jugar es algo digno de tomarse en serio. Desempolva esos pasatiempos y actividades que te apasionaban y dales algo de aire; déjalos que resuenen contigo otra vez y puede ser que encuentres que te recuerdan verdades importantes que dejaste escapar lejos hace mucho tiempo con la prisa y las persistentes demandas de una vida laboral moderna. Por supuesto, el trabajo —este tiempo que comprometemos a perseguir nuestra vocación (¡que también puede ser nuestra forma elegida de juego!)— es simplemente tan importante [como el juego], y la clave es crear un estilo de vida equilibrado que proporcione suficiente tiempo para ambos trabajar y jugar, de modo que puedas llevar el 100% de tu ser a cada ejercicio.
Además, el juego también ayudará a refrescar tus procesos mentales, dando a tu mente un muy necesario descanso de las rutinas diarias que pueden convertirse en demasiado monótonas y repetitivas, lentamente socavando tu determinación y entusiasmo por la vida. Juega un poco cada día y encontrarás que tus niveles de energía crecen, tu agudeza mental mejora (especialmente si es a base de movimiento, demostrado para aumentar la función cerebral y la producción de células cerebrales) y tu apetito por la vida recuperado.
¿Vale la pena encontrar tiempo en la agenda para esto?
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Artículo escrito y cedido a umparkour.com por Dan Edwardes
Puedes leer el artículo original en inglés en la web de Parkour Generations: Parkour and the play paradigm
Traducción de Dani Sampayo y Carlos Javier Ferrero. Revisión de Adrian Minton.