Moverse como un humano: Porqué no deberías hacer ejercicio

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Moverse como un humano: Porqué no deberías hacer ejercicio

¿Estás preparado?

Necesitas parar de hacer ejercicio y en lugar de ello, tienes que empezar a moverte.

¿Qué quiero decir con esto? Bien, cuando pensamos en hacer ejercicio, imaginamos normalmente unos patrones de movimiento de alta frecuencia, baja variedad de repetición de patrones de movimiento consecutivos y limitados. Vas al gimnasio o las instalaciones deportivas o a la pista de atletismo 3 o 5 veces por semana durante 30 o 60 minutos, sudas mucho y te quedas sin respiración repitiendo una serie de movimientos altamente predecibles y rutinarios que, puede que sí o puede que no, siguen la funcionalidad natural del cuerpo humano. Incluso los paradigmas del “entrenamiento funcional” que copan la industria del fitness están, en realidad, sólo encontrando nuevos patrones para hacerse hueco en lugar de lo viejo –kettlebells en lugar de mancuernas, dominadas en anillas en lugar de dominadas en barra– y terminan produciendo a menudo los mismos resultados: atletas con tejidos reforzados específicamente asentados junto a tejidos infradesarrollados, que lleva a cargas poco saludables, deformaciones y lesiones.

Nuestros cuerpos no estaban destinados para esto. Esta forma de moverse —ráfagas cortas e intensas de variedad limitada rodeadas por horas de inactividad y vida sedentaria— es un fenómeno muy reciente en la evolución humana. Quizá unos pocos cientos de años como mucho. No es la función del cuerpo, esto no nos nutre física o mentalmente, y los resultados se ven claramente en el debilitamiento físico general y en la falta de habilidades de movimiento de los seres humanos modernos. El entrenamiento físico se realiza o bien con propósitos estéticos –para quemar grasa y construir estructuras musculares— o para complementar las prácticas deportivas especializadas que tienen bastantes pocas exigencias en términos de complejidad y adaptabilidad del movimiento. Mira la definición actual de agilidad como ejemplo —“cambios de dirección a una velocidad”— y dime que no ocurrió como resultado de deportistas sobre un terreno de juego plano teniendo que esquivar y zigzaguear para sobrepasar oponentes. Pero si ésta es tu definición de agilidad, nunca has visto como se mueve un mono o un leopardo. O, incluso, un niño jugando.

Nuestro movimiento está destinado a ser mucho más: ampliamente variado, constantemente cambiante y adaptable, trabajando con posiciones y exigencias extrañas, desafiando a la mente tanto como al cuerpo… y esto lleva a la salud: no al fitness, no a la fuerza especializada, no al deterioro físico gradual —a la salud. Un concepto muy diferente.

 

«Lo diré de nuevo, el movimiento es más que la suma de sus partes. Reduce tu modelo a cadenas lineales y cerradas, y sabes qué —esto es todo lo que alguna vez serás capaz de manejar».

 

El ejercicio es una parte del movimiento, y eso es todo. Es una parte útil, a veces, y puede ser divertido, desafiante, gratificante y capaz de crear comunidad. Pero esto es todo lo que es: una parte. Limitar tu entendimiento del movimiento o lo que quiera que sea tu forma de “ejercicio” elegida es limitar tu potencial a esta forma especialmente cerrada de movimiento.

Nos preguntan todo el tiempo cómo y por qué los atletas de parkour son tan competentes, tan habilidosos, tan fuertes, ágiles y versátiles. La respuesta no está en una técnica mágica o en un método de entrenamiento. De hecho se encuentra en la ausencia de un método de entrenamiento. Es porque los practicantes de parkour se mueven de un modo completo, adecuadamente y holísticamente, y en general lo hacen todos los días y por un buen periodo de tiempo cada día. Su juego se ha convertido en su disciplina. Ellos están siguiendo su verdadera naturaleza.

Además, permiten que este movimiento se infiltre en cada momento de sus días – juegan con la arquitectura que encuentran mientras caminan, experimentan con nuevos movimientos mientras se relajan en el parque, incluso sólo mientras andan un montón más para explorar su entorno y encontrar buenos lugares de entrenamiento. Parkour es una verdadera cultura del movimiento, una de las muy pocas que se encuentran en la moderna sociedad industrializada.

La clave para desarrollar todas las áreas del cuerpo equitativamente y por lo tanto ser holísticamente saludable significa usar tu cuerpo de forma equitativa y completa. Sólo correr, no – antinatural. Sólo cargar, antinatural. Sólo escalar, solo gatear, solo saltar, solo jugar al squash. Por sí mismos, cada una de estas promoverá un desarrollo innatural y poco saludable. Pero mezclando todas juntas, combinando todos estos movimientos y formas e introduciendo el cuerpo hacia unos patrones de movimiento holísticos que requieren una constante adaptación y variación, te estarás acercando a cómo evolucionamos esta increíblemente capaz forma física en primer lugar (orígenes).

Pero, también es un error el aislar estos componentes del movimiento natural y pensar que va a ser efectivo: combinaciones de ejercicios segregados practicados consecutivamente pero todavía aislados. Eso nos hace perder la cuestión completamente – el pensar que puedes desmontar por completo la necesidad de nuestros cuerpos de patrones de movimiento, variables y complejos, en subconjuntos entrenables como hacer equilibrio en una pieza de madera en el suelo durante 30 minutos, o ejercicios de lanzamientos repetitivos por sí solos.

El secreto se encuentra en la aplicación de estos componentes como partes de un todo. El movimiento es más importante que la suma de sus partes. El parkour produce aparentes humanos super-capaces simplemente porque es un completo paradigma del entrenamiento, desde el primer día, se encuentra en desafíos de movimientos que no están excesivamente fraccionados o divididos en piezas. El cerebro, el sistema nervioso, el tejido, todos son puestos a prueba por igual y el sistema al completo debe trabajar al unísono. En fluidez.

Encuentro esto como algo empírico, no teórico. De lejos, el grupo de humanos más capaz y adaptativo que he encontrado es el de la comunidad de parkour. Son expertos generalistas. No tan especializados como otros deportes y ejercicios, no – los saltadores de longitud saltan más lejos, los levantadores de peso pueden levantar más peso, los velocistas pueden correr 100 metros más rápido – pero los practicantes de parkour son enormemente más capaces en general y con un punto de partida más alto en cuanto a lo respectivo al físico, al movimiento natural y a la integración cuerpo-mente, que cualquier otra subcultura atlética que haya encontrado. Ahí, lo dije. ¿Quieres una prueba? Visita Youtube y mira la variedad, la complejidad y la escala completa de movimientos que los practicantes de parkour hacen regularmente, y lo hacen por diversión y con facilidad. Entonces, ten en cuenta que la inmensa mayoría de estos individuos nunca han seguido un programa de entrenamiento, un estandarizado acercamiento al ejercicio o han calculado un 1RM (repetición máxima) o incluso alguna rutina de entrenamiento de gimnasia – son producto de un consistente incremento de dificultad gradual y de retos de movimiento adaptativo en su terreno natural, ya sea rural o urbano. Ellos pueden adaptarse a casi cualquier otro paradigma de entrenamiento bastante fácilmente, son expertos en gestionar el riesgo y el miedo, y sus entrenamientos les brindan un profundo placer y crecimiento en todos los aspectos. No empezaron así, desarrollaron esas habilidades y atributos en el tiempo. No son súper-humanos o privilegiados genéticos y además vienen en todos los tamaños y formas. Ellos son tú con más años de movimiento, no de ejercicio.

«No creo que dominar nuestro movimiento sea ingeniería aeroespacial. Simplemente requiere que usemos nuestros cuerpos de la forma que pueden y deben ser usados, lo cual desde un punto de vista evolutivo significa cubrir distancias y salvar obstáculos de forma habitual».

Así que, ¿Cuáles son los componentes claves de la salud del movimiento? Aquí está mi top tres:

  1. Adaptación: paradigmas o entornos de entrenamiento repetitivos generan inconsciencia, lesiones por sobreutilización y capacidades limitadas. Varía tu rutina de entrenamiento, tus patrones de movimiento y explora tus entornos tanto como sea posible. Gruñir y sobreponerse a repeticiones sin fin de aislados e inútiles ejercicios quizás haga crecer tus músculos y quemar grasas pero no te convertirá en el verdadero «movedor» que eres capaz de ser. Mézclalo, juega, explora, cuando un reto de un movimiento te canse empieza a trabajar en uno diferente para dejar a tu cuerpo recuperarse. No hay «días de piernas» o «días de brazos», hay solo días de cuerpo completo. Deja que todo se fortalezca y se vuelva más móvil en equilibrio con todo lo demás.
  1. Muévete holísticamente (por completo): evita dividir tus movimientos demasiado. Lo repetiré, el movimiento es más que la suma de todas sus partes. Redúcete a patrones lineales, cadenas cerradas y ¿adivina qué? – eso es todo lo que serás capaz de manejar. Cambia tu forma de pensar hacia encontrar retos de movimiento que sean peculiares, técnicamente desafiantes, y que requieran que tu cuerpo piense para poder resolver el problema. Encuentra movimientos únicos entrenando en exteriores sobre estructuras que no fueron diseñadas para ese propósito y las micro-variaciones resultantes en una habilidad habitual te harán enormes efectos positivos.
  2. Entrenamiento orientado hacia las tareas: tu patrón de movimiento diario debería incluir retos, con esto me refiero a que tienen que ser tareas que no estés seguro de ser capaz de conquistarlas en el primer intento. Deben ser lo suficientemente difíciles que tengas que incluir todo tu ser en ello para ser capaz de superarlos: mente, cuerpo y espíritu. No tengas miedo de presionarte de esta forma; la mayor parte de las mejoras se obtienen cuando estamos dentro de esa delgada zona al borde de nuestras capacidades, donde el éxito y el fracaso interactúan. Esto requerirá que tu mente consciente se relaje un poco y que esto permita utilizar tus habilidades inconscientes – tus habilidades animales naturales, tus capacidades atléticas – para que vengan al frente y permitan ayudarte a tener éxito. Y te lo permitirán. Acechan en todos nosotros, justo debajo de nuestras superficies sobre-programadas y divididas.

No creo que dominar nuestro movimiento sea ingeniería aeroespacial. Simplemente requiere que usemos nuestros cuerpos de la forma que pueden y deben ser usados, lo cual desde un punto de vista evolutivo significa cubrir distancias y salvar obstáculos de forma habitual. La cosa más increíble es que todos tenemos todo este potencial, y más de 10 años entrenando y enseñando parkour han eliminado de mi mente toda capacidad de duda sobre que cualquiera con el suficiente deseo puede lograr estos increíbles niveles de movimiento y habilidades. La comunidad de Parkour continúa yendo de más a más fuerte, con los adolescentes de hoy en día superando los movimientos más difíciles de hace 10 años con facilidad. Creo que es porque el Parkour revela nuestro verdadero potencial holístico (completo) como seres humanos. Y continuará encontrando nuevas alturas.

Así que tratemos de no ejercitarnos como máquinas o incluso movernos como animales – permitamos que nos movamos como humanos y demos el siguiente paso.

 


Artículo escrito por Dan Edwardes y cedido a umparkour.com
Artículo traducido y revisado por Dani Sampayo, Carlos Javier Ferrero y Adrian Minton.
Puedes leer el artículo original en inglés aquí: http://parkourgenerations.com/move-like-a-human-why-you-shouldnt-exercise/

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